lunes, 8 de septiembre de 2008

Pinturas sobre el tren

(Publicado en Art-faces.com , USA, año 1999)

En 1998 yo prácticamente había viajado en tren 3 o 4 veces (actualmente tengo 30 años), hasta ese momento viajar en tren era una mezcla de imágenes de películas de cine.

Cuando por cuestiones de trabajo paso a viajar seguido en el tren (durante 1998-99) que une la ciudad de Buenos Aires con la ciudad de La Plata, penetrando en los suburbios del sur de la gran ciudad, fue un choque terrible contra una realidad que me cambió en varios aspectos mi forma de pensar y claro también mi forma de ver y de pintar.

Los pintores somos de alguna forma una filmadora que nunca se apaga, Goya el gran pintor español decía que un buen pintor con solo ver una vez una escena debería pintarla perfectamente en el taller, y creo que no estaba hablando de un mero virtuosismo técnico ni de ejercitar la memoria, yo creo que hablaba de ejercitar la sensibilidad.

Y sensibilidad es tener la capacidad de la sorpresa, mantener esa capacidad en que los niños pueden ser nuestros maestros.

Las pinturas relatan la sorpresa de ver un nuevo color en un asiento roto o una cara de un anciano que quizás 60 años antes viajaba en un tren similar en Europa, pero ahora sus ojos son infinitos, como las vías del tren.

El tren llamado "Tren Roca" pasa por uno de los lugares de mas pobreza de Argentina, no es casual que el gris sea el color base de la serie de pinturas. Y aprender a usar ese gris es el que me enseñó estos viajes en tren, variar ese gris y transformarlo en luces o colores. Cambiar e improvisar, poner en la paleta sólo algunos colores al azar y hacer lo posible. Aprendí que no es bueno tener una paleta muy rica en colores mas bien es bueno elegir un color base e improvisar sobre esa base. Cuando uno tiene menos medios o se impone problemas varían los resultados. Dentro de la variedad a veces se recoge algo que realmente vale, algo que realmente describe el viaje en el tren.


No hay comentarios: